El iPhone 3G S, la última versión del popular teléfono móvil de Apple, salió a la venta en ocho países con la expectativa de vender hasta medio millón de dispositivos en el primer fin de semana, gracias a su elevada memoria y velocidad, su cámara de vídeo y la esperada función de “cortar y pegar”.
En las tiendas de Nueva York la lluvia mermó las colas previstas frente a las tiendas de Apple, aunque no faltó la aglomeración de gente que quería hacerse cuanto antes con la tercera versión del iPhone,
“Ya tengo el iPhone anterior, que es un gran teléfono, pero tenía muchas ganas de que incluyeran cosas como ‘cortar y pegar’ o la cámara de vídeo. No podía esperar más y me encanta participar de este ambiente“, aseguró un fanatico.
“El iPhone original fue uno de los dispositivos tecnológicos que más expectación ha generado en la historia y su sucesor suponía un enorme salto tecnológico costando la mitad”, explicó esta semana Munster en una nota a clientes, en la que añadió que “el 3G S sale al mismo precio y no supondrá tanto cambio“.
Además, aunque el nuevo iPhone sale a la venta cuando se cumplen los contratos de permanencia mínima de quienes compraron los primeros modelos, las condiciones impuestas por AT&T para cambiar de aparato sin tener que pagar el precio de uno liberado (599 y 699 dólares, según el modelo) pueden hacer que muchos clientes leales a la marca descarten la opción de comprarlo.
Apple espera ahora que, además de la velocidad de procesamiento, los compradores se sientan atraídos por algunas cualidades adicionales muy demandas por usuarios y detractores, como mensajes multimedia, cámara de vídeo y la básica función de “cortar y pegar”.
Asimismo, puede ser utilizado como un módem, admite comandos de voz, incluye una brújula digital, eleva a los 3 megapixeles la definición de la cámara de fotos y es compatible con el programa de entrenamiento Nike.
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